Conclusiones

catarata-del-toro-940x682

Giant Oxcart

Río Desagüe

bannersarchi

Para que un producto turístico florezca requiere de múltiples recursos que beneficien su disponibilidad y resguarden el interés, necesidades y seguridad del turista. Actualmente la Zona de los Sarchí y en específicico elarea de Los Bajos sufre de una conexión ineficiente con respecto a sus vías de acceso de transporte terrestre. Las carreteras son de lastre en algunos sectores y sumamente angostos y poco señalizadas y debido a las aleatorias elevaciones montañosas muchas de estas están al lado de un abismo; no hay barandas ni señalización adecuada que guíe correctamente al turista. Es decir, se pone en riesgo la protección del turista. Aquí es donde entra el papel de los medios de comunicación telefónica o señal para teléfonos celulares la cualtambién presenta cierto grado de deficiencia.

Por otro lado tenemos una opinión en desacuerdo a lo mencionado anteriormente y acertada a la vez. Asfaltar las carreteras lo único que traería es desinterés por parte del turista. Andar en carreteras de lastre es parte de la aventura de viajar por los rumbos de Costa Rica. Los movimientos del vehículo y la velocidad del mismo colaboran a que el turista aprecie mejor los paisajes costarricenses y facilite la toma de fotografías. Como bien, a veces desconectarse del mundo virtual hace bien, por tal razón la falta de señal para teléfonos celulares puede propiciar una mejor experiencia de viaje. A manera del Turista es atractivo esta desconexion y la falta de señal celular e internet, mas no así a nivel local donde los pobladores y especialmente los más jovenes sufren las consecuencias de vivir en un pueblo tan alejado.

Otro punto que sobresale es la poca disponibilidad de sitios de alimentación y alojamiento en la zona lo que recrea a esta zona como un producto turístico de ida y vuelta evitando la pernoctación.

Sin embargo, todo esto tiene un punto de razón objetivo: Este sitio no se desarrolla turísticamente porque no es de mayor interés en los turistas, especialmente entre los nacionales y mucho de este desinterés por el turismo rural va dentro del sistema educativo del país. Primero que todo, el ámbito de la actividad socio-económica del turismo no se imparte en ningún nivel de preescolar, primaria ni secundaria más que en los sextos años colegiales de institutos educativos técnicos. Y lo poco que se enseña sobre el tema va entre un par de preguntas del examen de bachillerato de Inglés del Ministerio de Educación Pública donde se informa al estudiante justamente del turismo de sol y playa o bosques tropicales únicamente.

Hay que impulsar programas educativos desde pequeños haciéndoles saber a los estudiantes que el turismo no solo es pasear, sino es por lo que gracias a él, el país crece, debido a ser el pilar económico nacional. Fomentar las diversas modalidades de turismo para que conforme se crezca, el interés se distribuya. Realizar excursiones que incluyan tareas culturales de actividades rurales de un área específica pero proyectando un análisis posterior a ellas.

El gobierno, a su vez, debe comenzar por invertir más en infraestructura que haga accesible los productos turísticos rurales y la creación de numerosas actividades relacionadas al tema. Dejar de ver el café como el grano de oro de la época colonial y construir planes que lo conviertan en un elemento de provecho para ejecutar actividades turísticas.

El turismo rural va creciendo muy lentamente y el problema es que gran parte de la cultura costarricense lo representa y viceversa. Es entretenido, ambicioso, curioso y muchísimo más educativo que gastar horas frente al sol o cabalgar en la playa.